por Virginia Amado
La fulana lo caló
al vuelo. El chabón paseando el perrito y ella esperando el bondi
que nunca llega.
Desde el
boulevard de enfrente la carpeteaba con aire canchero, hasta que
aprovechando la tardanza, se cruzó con andar de langa y la correa
del can en la mano.
Papirusa aún
lucida, junaba de reojo sin sorpresa, como al descuido….más de lo
mismo.
Jovato, bichoco y
atrevido tras gruesos anteojos , se lanzó al piropo:-Usted es de por
acá? Qué raro, nunca la había visto antes y eso que a mí, es
difícil que se me escape una linda mina.
Agradeció con
una sonrisa la galantería que le sonó chanta.
Desde allí el
chamuyo: que caballos de polo, que capataz de estancia con mucha
biyuya , que vivía solo y otros balurdos que cualquier gil lo
hubiese remanyado.
La pilcha era
baratieri, le volaban los lienzos al viento y para semejante
presentación, el perro era bastante trucho. Aunque seguramente le
llevaba varios cuerpos de lealtad y de veracidad.
La llegada del
bondi, interrumpió la sanata.
A los pocos días,
mientras ella cruzaba la plaza, el afilador profesional, perro y
correa en mano, otra vez al acecho, con alto despliegue de macanas y
ampulosidades de falso bacán.
Palabra va,
palabra viene, garronero preguntando qué tal era ella para el morfi
y el clásico estoy apurada, y espere un momento….le batió la
justa y lo dijo :-tengo mujer , pero si encuentro un bulín me
pianto. En su casa hay lugar? Usted y yo nos vamos a casar, va a ver,
le vaticinó.
Veterana,
espantada, bicicleteó lo que pudo y huyó. Minga con el bolacero, y
por demás de plomazo.
Ayer lo volvió a
encontrar, llegando a su vivienda, esta vez con una ridícula bolsita
de mandados.
El muy ladino,
apenas saludó agitando la mano por detrás de la compra , a
escondidas, con cara de julepeado en zona peligrosa.
Ella sonrió para
sus adentros. Al fin y al cabo, el paso del tiempo hace que pueda
hasta comprender a estos personajes, más allá del bien y del mal.
Chusmean en el
barrio que es timbero, que le gusta el escabio y tira el vento en los
burros.
A la mina se le
hace que no es más que un versero sin una chirola.
Y la verdad, sin
guita, con unos buenos abriles, escashato, hasta gagá y por si fuera
poco, acoyarado…Da para evitar .Ella no era la Marilyn, ni una
pebeta pero tampoco ningún asunto.
El podrá decir
que es un dandy, que culpa de no aclara qué gobierno se vino un
poco a menos.
Pero ella de esta
se abre, le va a esquivar al bulto, y araca victoria!
Al menos con ella
hocicó.
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