viernes, 24 de abril de 2015

Un pequeño descanso

por Stella Maris Gioia

Día lunes primera jornada laboral, así se preparaba Marta para el comienzo de su trabajo secular, nerviosa y tratando de no parecerlo,  porque su fin era caer en gracia a sus nuevos compañeros.
Se presenta al encargado de la oficina, y comienzan los saludos a los integrantes del departamento,  la Sra. Lucia, una mujer madura y viuda, el Sr. Luis, hombre de 40 años más o menos, casado, con hijos y Gustavo el benjamín joven de 24 años, soltero y sin apuro.
La jornada transcurrió sin novedad, con la interiorización de los trabajos a realizar paso sin darse cuenta.
Martes por supuesto Marta fue la primera en llegar, y se unió todo el grupo, pero…… uno no llego y fue Gustavo. Pasaba la mañana y nadie decía nada, se daba por hecho que el encargado ya había sido informado.
Miércoles tercer día, llegan todos inclusive Gustavo, se comentó y se le pregunto qué le había sucedido, informo que no se encontraba bien con molestias en los oídos.
Jueves día laborable y con la novedad que Gustavo nuevamente no concurrió a trabajar. Silencio en el grupo nadie expresaba nada, y a Marta le llamaba la atención.
Viernes plantel completo, pero….. Gustavo se retiró después de tres horas, sin cumplir el horario.
Bueno fin de semana, Marta realizo sus tareas personales y nuevamente se reintegró, a sus obligaciones. 
La semana se desarrolló igual que la anterior, con las faltas de Gustavo, y teniendo que suplir el grupo sus tareas. Pero nadie comentaba nada.
Que pasa? Se preguntaba Marta,¿ porque nadie expone nada?   
Que sucedía, que esto era asiduo, y no llamaba la atención de los compañeros.
 A la salida Marta fue con Lucia hasta la parada del colectivo, allí ella hablo: “ te llamara la atención lo de Gustavo, pero nosotros ya estamos acostumbrados a sus faltas ,sin motivo, y espera que venga las vacaciones, es el primero en tomarlas porque dice que esta estresado, por el año de labor.”
En definitiva Gustavo era un ñoqui, tenía el aval suficiente como para faltar y que nadie le llamara la atención, y Marta con el tiempo se dio cuenta que su puesto fue creado para suplir las necesidades del servicio, incluyendo las de Gustavo.

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