miércoles, 24 de junio de 2015

Un día dijo basta

por Mabel Conrat

La transformación que se produce en la personas violentada, sabe realmente lo que  se siente; todo lo que padece, el vacío en el que se encuentra…., la oscuridad…, la soledad de no tener a quien recurrir, (porque hasta paranoico se vuelve), el no tener salida…., hasta inclusive buscar la muerte..., no ve horizonte alguno, por estar inmerso en esa encerrona. Porque el miedo domina el cuerpo y el alma, el miedo paraliza, no deja pensar, no hay escapatoria; miedo a la hora que él llegue, miedo a decir, miedo a opinar, miedo a respirar, hacerse invisible para que no sepa que esta, porque si se da cuenta, el cuerpo tiembla ante otra envestida…, la descalificación constante…, el desprecio…., la destrucción de  su autoestima…, sentir que no se es nada, porque de tanto machacarle, cayó en la cuenta de que es menos que una hormiga, con el convencimiento que es así, porque  él  hizo que lo creyera….

               También está la verguenza ; del qué dirán, porque  siente que lo que le pasa es “su culpa”; por las marcas en el cuerpo,   no poder esconder la tristeza en sus ojos, las miradas de soslayo, el cuchicheo por lo bajo, no  acercase, porque “no son cosas propias”, cuando no;  aquel que dice, ¿que habrá hecho?, ¡él es muy agradable!,  y no se dan cuenta o pretenden no darse cuenta,  de que él es un gran simulador...  

               Pero, el día llegó, aquel día del  “darse cuenta”, porque “ya no quería más esa vida”, empezar a decir y buscar la forma de escapar de aquel infierno, repetir una  y otra vez, “no quiero esta vida par a mi” ver por primera vez,  una luz de esperanza y liberadora de esa opresión, y, lo importante era despegar y encontrar la salida….

               Durante muchos años se han escuchado situaciones de violencia, maltrato en lo físico, psicológico y social,  con la mujer, con los chicos,  solo, que todo quedaba cubierto, vedado al afuera,  ante una sociedad machista, formada por hombres y para  hombres,  porque la mujer no tenía cabida en su mundo, no siendo considerada…. salvo como un objeto.  Con  los movimientos feministas,  poco a poco  fue despertando de su letargo,  liberándose de lo establecido por el hombre, en lo social, pero  siguió soportando el maltrato físico y psicológico, en todos los estamentos.

                Lamentablemente estos últimos años, se ha tenido que   escuchar noticias aberrantes por los medios de comunicación, para, que por fin, entender y tomar conciencia de que había que “hacer algo”, de hecho, se organiza   la marcha de Ni Una Menos,  y…, muchas voces se escucharon, abriendo  camino, no sin esfuerzo, a una  construcción, un nuevo relato sobre el significado de no a la violencia de género.

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